Lugar: Aranda de Duero, Burgos

No sabría por dónde empezar.

Un año más Sonorama ha vuelto y aunque el año pasado pensé en no estar con mi cámara por la paliza que supone, he vuelto a caer en la tentación.

Esa sensación de sentirse fotógrafo serio. Tener que preparar y enviar las fotos con urgencia para las agencias, las charlas en nuestra enmoquetada sala roja con Paco, Rodrigo, Ángel, etc. son impagables. Disfruto mucho compartiendo horas de fotografía con mis compañeros, currando en equipo para no perdernos ni un detalle y luego viendo las fotos, comentarlas y reirnos un rato.

El pasar por el pasillo de la organización, ver los agobios de unos y otros, las “solicitudes” que Sandra, Camino y demás tienen que recibir de todo el mundo y su Santa Paciencia.

Aunque nunca he sido muy fan de este tipo de música, reconozco que poco a poco hay grupos que me han ido conquistando: Sexy Zebras, La Moda, Supersubmarina y Zahara entre otros han pasado a formar parte de mis listas en Spotify. Y es una pasada poder vivir los conciertos desde el Backstage, primera fila, la torre de sonido y cruzarte con ellos en los pasillos.

Ha sido un inmenso orgullo que mis fotos fueran elegidas por El País, entre otros medios, para lucir en sus páginas:
http://elpais.com/tag/festival_sonorama/a

Muchas gracias a la organización por dejarme volver a formar parte de esto un año más. Aquí os dejo mi visión del Festival. Son las fotos que elegí cada día sobre las 5 o 6 de la mañana al terminar los conciertos. Las habrás mejores seguro, pero esas, las guardaré con mimo y las publicaré dentro de algún tiempo.