Otro año más de vida y de restar vida, de amaneceres y atardeceres. De descubrir nuevos grupos, de cachis de croquetas y cursos acelerados de Photo Mechanic.
De mangueras y pistolas de agua (este año como novedad se ha introducido el barreño de agua), de carreras, de comidas sorpresa de nuevas queridas Acreditadoras, y un largo largo etcétera.
A veces no se puede explicar la fantasía que es vivir este festival desde dentro.
Larga vida al Sonorama y «Flying free».